



UNACASA
Buenos Aires, Argentina, 2015
UNACASA es una competencia por invitación en la cual 60 oficinas de arquitectura reflexionaron acerca de las nuevas formas de habitar en la vivienda contemporánea en serie, accesible y de alta calidad.
Comitente: Daniel Silberfaden, idea y dirección general. JURADO INVITADO // Eduardo Leston / Pablo Sztulwark / Pablo Remes Lenicov. ORGANIZACIÓN // Bisman Ediciones: Hernán Bisman, edición general y dirección museográfica / Pablo Engelman, edición adjunta y co-dirección museográfica / Diego Pinilla Amaya, jefe de arte / Juan Sabarrayrouse, diseño gráfico / Juan Manuel Sierra, secretaría de redacción.
PROYECTO
Manuel Gonzalez Veglia, Dolores Menso + Carranza Vazquez
Colaboradores
Agostina Ramello, Pedro Ruiz Funes, Santiago Ruiz, Bruno Galetto, Santiago Goldsmit, Juan Murúa
La Odisea del Espacio
Un enfoque, una matriz, un espacio.
Detrás de cada escena, existe una estructura invisible común a todas, una matriz genérica que ordena y articula un sinfín de historias y contextos.
Frente a la realidad del habitar hoy -donde la resistencia de ciertos usos reduce la vivienda a una serie de espacios arquetípicos con funciones programadas- la estrategia de una estructura que admita y posibilite la multiplicidad, es para nosotros la más lógica derivación.
En la búsqueda de la vivienda para el siglo XXI, es necesario pensar en un espacio centrado en quien lo habita, rescatando sus valores más humanos, sin volver a abstraer al sujeto hacia la métrica. Debemos concebir espacios que permitan construir hogar, entendiendo que el hombre “es” en la medida en que habita. “Tu hogar se hará contigo y tú con tu hogar” Adolf Loos.
El espacio indeterminado es nuestra primera certeza. Una primera matriz espacial que rompa con la rigidez de lo predeterminado y se constituya como la base de procesos de transformación y personalización, atendiendo a la diversidad que es -sin dudas- la característica más distintiva del siglo XXI.
Habitar también es con el otro, y el lugar del otro es la ciudad.
Vivimos la paradoja urbana de centros vacíos con plena infraestructura y bordes cada vez más poblados con grandes problemas. Estamos dejando de ser habitantes de lugares, para ser viajeros domésticos en permanente tránsito. Turistas rutinarios.
La mera densificación no asegura comunidad, es hora de recuperar nuestro tiempo y espacio en la ciudad, reconquistando, ¡rehabitando!
La industrialización será nuestra gran aliada en esta odisea, por su rango de alcance en cuanto a tiempos, costos y capacidad de producción. Se constituirá como una segunda matriz complementaria a la espacial, un sistema abierto que permita su variabilidad y así refuerce la indeterminación buscada. Una estructura tridimensional de piel y huesos que permita su adaptación al contexto que lo demande, asegurando una misma solución técnica eficiente para todos, iniciando así un proceso de democratización en el acceso a la vivienda y de la calidad en la construcción.
Desde la revisión de los recursos disponibles y la dislocación de lo usual, intentaremos lograr un cambio posible, fundado en la realidad, para dar respuesta al impulso más elemental del hombre: habitar.