CASA RUEDA
Una casa sobre la ladera de una montaña, al pie de las sierras chicas, en la periferia de Córdoba. Es deseo del comitente, condensar todas las actividades de la vida doméstica en un solo volumen y no extender el programa de la vivienda a lo largo del terreno. Contemplar el paisaje natural, pero evitar mantenimiento de jardines y preservar el monte nativo. Se configura entonces, la casa en un prisma compacto que se apoya de manera escalonada buscando ganar altura para captar las vistas lejanas.
El volumen prescinde de aquellos arquetipos que hacen referencia a la escala doméstica para dialogar con la escala del paisaje. La estructura perimetral portante de bloques de concreto color blanco configura entonces, una envolvente abstracta, en tanto que una serie de losas de hormigón a la vista, contenidas en este límite, resuelven los planos horizontales y las circulaciones verticales.
Recorrer la vivienda en sentido vertical implica graduar la privacidad de las diversas estancias. Mientras la terraza se configura como lugar público alojando la piscina, el ingreso a la vivienda se produce a través de un patio seco, a nivel de la calle, luego de atravesar cualquiera de los dos puentes que funcionan también como espacio para guarda de coches. Una pequeña oficina balconea sobre el estar y la galería y desnuda parcialmente la intimidad de la casa. Finalmente, el área de dormitorios se ubica en el nivel inferior procurando encontrar el cobijo de la sombra de los árboles autóctonos.
Obra Seleccionada para la VII Bienal Internacional de Arquitectura de Santa Cruz 2020
Proyectista: Manuel Gonzalez Veglia
Colaboradores: Dolores Menso, Bruno Galetto, Pedro Ruiz Funes
Estructuras: Fernando Mattiuz
Superficie: 240 m2
Fotografías: Javier Agustin Rojas.